Actualmente me encuentro viviendo una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida viajando y conociendo diferentes ciudades del mundo con el baile y el pole dance como mi puerta de entrada. Gracias a ello he podido no solo tomar clases en diferentes studios integrándome con mayor facilidad que si fuera solamente un turista sino que además he sido invitado o yo he aplicado por cuenta propia a studios donde he enseñado y conocido a muchas personas, entre alumnos e instructores. Madrid, Barcelona, Amsterdam, Zagreb, son algunas de las últimas ciudades que he visitado y espero poder aumentar la lista.🤞
Cuando pienso cómo llegué aquí, estoy convencido de que nada hubiera sido posible sin toda la preparación previa. Recordé esos años donde vivía para entrenar y me siento tan contento por todo el tiempo invertido que ahora me permite pisar firme a donde voy sabiendo que por ejemplo, soy capaz de hacer bien una inversión en el pole o que tengo la técnica correcta para hacer un handspring sin lesionarme. Esto no es algo con lo que nací o que de una día para otro desarrollé. Ha sido un trabajo de años y del cual estoy agradecido con las personas que aportaron en mi crecimiento.
La primera persona que vio "algo" en mi y que me ayudó a desarrollar mi confianza fue Elizabeth Muñoz. Recuerdo que sabía de ella por la televisión, cuando ella ganó el Campeonato Sudamericano de Pole dance en el 2010, en aquel entonces yo trabajaba en una empresa de importación/exportación. Luego empecé clases en Evidencia Espacio Cultural y al cabo de unos meses estuve apto para tomar clases con ella y el grupo de alumnas intermedias para luego pasar con las avanzadas (sí, todas eran mujeres en ese momento) con miras a participar en el Campeonato Sudamericano de pole dance en Argentina, donde por primera vez tendrían categoría masculina.
Cuando pienso cómo llegué aquí, estoy convencido de que nada hubiera sido posible sin toda la preparación previa. Recordé esos años donde vivía para entrenar y me siento tan contento por todo el tiempo invertido que ahora me permite pisar firme a donde voy sabiendo que por ejemplo, soy capaz de hacer bien una inversión en el pole o que tengo la técnica correcta para hacer un handspring sin lesionarme. Esto no es algo con lo que nací o que de una día para otro desarrollé. Ha sido un trabajo de años y del cual estoy agradecido con las personas que aportaron en mi crecimiento.
La primera persona que vio "algo" en mi y que me ayudó a desarrollar mi confianza fue Elizabeth Muñoz. Recuerdo que sabía de ella por la televisión, cuando ella ganó el Campeonato Sudamericano de Pole dance en el 2010, en aquel entonces yo trabajaba en una empresa de importación/exportación. Luego empecé clases en Evidencia Espacio Cultural y al cabo de unos meses estuve apto para tomar clases con ella y el grupo de alumnas intermedias para luego pasar con las avanzadas (sí, todas eran mujeres en ese momento) con miras a participar en el Campeonato Sudamericano de pole dance en Argentina, donde por primera vez tendrían categoría masculina.
Ahora que pienso en todo lo que debo haber cargado a Elizabeth con mis miedos e inseguridades.🙈 ¡Oh cielos! Pero siempre estuvo ahí, firme y dándome la calma que yo necesitaba para que confiara en mi y para desarrollar la virtud de la paciencia, dándome tiempo para procesar toda la información que mi cuerpo y mi mente estaban recibiendo y para entender que lo que no saliera hoy, con práctica, lo conseguiría más adelante. Y así fue.
Nunca voy a olvidar por ejemplo cuando tuve una sesión de entrenamiento solo con ella, quien volvía de un viaje (no recuerdo de qué país) pero estuvo con otros pole dancers y había quedado en aprender el "ave del paraíso". Esta fue una figura de flexibilidad que cuando salió a la luz fue "la novedad" todos la querían y bueno, lo que suele pasar en el mundo del pole cuando sale algo nuevo. En esta sesión la meta era esa, que nos saliera el ave del paraíso y ...¡lo conseguimos! Estábamos tan felices y debo decir que fue esa figura la que me sumó puntos en el campeonato de POLE DANCE del 2013 donde Sub Campeón. ¿Por qué? Cuando armé mi coreografía inicial para el campeonato, no la había incluido. Fue en la cena post evento donde Elizabeth me dijo: "Renzo, haz el ave del paraíso en la final". Y yo: "¿Eli, estás segura?".
Y claro, ya imaginan la respuesta de ella que siempre mostró confianza en mi. Así que la ensayé y el día de la final, la hice. Fue un loquerío, aún puedo escuchar los gritos de la gente mientras yo giraba de cabeza (porque la hice en la barra giratoria). Fue uno de esos momentos inolvidables.
Otra de las personas importantes en mi crecimiento fue Alonso Villanueva, preparador físico a quien conocí en el Campeonato de Pole dance en Perú realizado en el año 2011 (si no me equivoco). El entrenamiento con él fue totalmente distinto y nuevo para mi. Yo jamás había entrenado para ser fuerte, es decir, lo más que conocía de entrenamiento eran los períodos (cortos) que visitaba el gimnasio, pero como siempre me aburría, no completaba las membresías. Sin embargo con Alonso aprendí a activar cada parte del cuerpo, a dosificar mi energía , aumenté mucho mi resistencia y me volví ambicioso. Cuando entrenaba con él sentía que era capaz de lograr todo y me esforzaba porque así fuera. Incluso siempre me bromeaba recordándome que cuando llegué a él era todo "flaquito" y luego ya tenía un cuerpo más agarrado y armonioso.
Durante esa época todo lugar era bueno para entrenar: su casa, mi casa, en parques; lo único no permitido era decir: NO PUEDO. Fue una época en la que vivía con los tiempos exactos pero era feliz porque notaba los resultados en mi y me rodeaba de personas que me alentaban.
Si bien en algún punto nos distanciamos, yo recuerdo con mucho cariño el tiempo que compartimos y jamás podría desmerecer su calidad profesional y la importancia de lo que aprendí con él.
Mi última entrenadora fue Teresa Mendez, de Colombia. La conocí mientras vivía en Sao Paulo. Durante los entrenamientos ella me exigió muchísimo, y debo admitir que por momentos renegaba de haber tomado la decisión de llevar las clases, cuando podría haber estado durmiendo o haciendo otras cosas, pero cuando lograba vencer la flojera inicial, ,me sentía tan vivo. Entrenaba hasta que no podía más. Luego de haber estirado de todas las formas posibles (splits, espalda, hombros y de nuevo splits), venía el momento de las paradas de manos. Y es ahí cuando realmente la hice renegar (de verdad). Ella, circense de toda la vida, había visto a los más prodigiosos paradistas de manos y yo, que empezaba, pues solo diré que me costaba mucho😅. Hasta que poco a poco logré dominarlas. Estoy seguro que conocí a Teresa en ese momento de mi vida, por una razón: para vencer mis traumas y miedos consecuencia de una lesión en la espalda. Pero estoy más seguro aún, que de haberla conocido años atrás, mi vida hubiera tomado otro rumbo.
En fin, mi vida ahora tiene este rumbo y lo que viene dependerá de mi.
Mi versión actual es la suma de mis vivencias y del conocimiento que cada uno de ellos ha compartido conmigo y estoy agradecido por haberlos tenido. Con ellos aprendí que un entrenador es aquella persona que ve en ti más de lo que tú eres capaz de ver. Que descubre y potencia tus habilidades y sabe que así como debes entrenar tu cuerpo, también debes entrenar tu mente, ya que para lograr tus objetivos , necesitarás la fuerza de ambos.